Bueno, no sé vosotros, pero a mí me daba pánico hacer un viaje largo con mi #AriPitufina. ¿Por qué? Porque no es un bebe que duerma mucho o duerma fácil (pero esto es tema para otro post) así que me daba mucho miedo que se lo pasara mal, que no consiguiera dormir, que no descansara y que después estuviese mal… y fue cuando empecé a investigar cómo hacer para que el viaje fuera más cómodo para ella. Así que empezaré una serie de posts contando nuestra experiencia en un viaje a Brasil desde España que hicimos en noviembre de 2017.
En este post hablaré de la cama que le hice en el avión. Sí, una súper cama que quedó de lujo para que fuera súper cómoda y literalmente “a pierna suelta”. En aquél entonces tenía 19 meses y no tenía asiento pero tuvimos la suerte de conseguir un asiento libre para montar su “cama”.
Lo que veis es un Cojín de descanso para el hueco de los pies. El cojín ocupa todo el hueco que hay entre el asiento del avión y el respaldo del asiento de delante y el bebe puede estirarse ahí y dormir. La foto no es buena, lo sé… pero ya sabéis como son los aviones hoy en día. Hay tan poco espacio para moverse (y con un bebe en brazos) que se hace muy difícil hacer cualquier otra cosa :O.
Encima del cojín, se puede poner la almohada (que la llevamos también 😀 ) y pusimos las almohadas pequeñas estas que te dan como protector para que no meta las piernas por debajo de los brazos de los asientos. Y la verdad es que quedó de lujo. Hasta fotos nos hacían los demás viajeros. A la ida, #AriPitufina fue con la cabeza apoyada en el cojín, pero a la vuelta fue con los pies en el cojín y me gustó más porque no había peligro de que la cabeza se le fuera y se quedara colgando.
Tengo que decir que para un bebe que se despierta mucho, la ida la hemos hecho durante el día. El trayecto largo era Lisboa – Recife, 8h de vuelo, y lo que hicimos fue que la siesta de las 13:00, no la hiciera ya que el vuelo salía a las 17:00 así que decidimos arriesgarnos. He de decir que todavía estuvo despierta hasta las 19:00 y ya estaba un poco pasada de rosca pero una vez se quedó dormida ya no se despertó hasta que empezó el descenso.
A la vuelta, el vuelo tenía un horario un poco malo, salía de Recife – Brasil a las 00:30 y lo que hicimos fue retrasar lo máximo posible la siesta, que hizo a las 16:00. No es un bebe que duerma en el carrito, lo hizo en contadas ocasiones, pero esta vez se durmió en el carrito comiendo un bizcocho a eso de las 23:50 (en la cola de embarque) y solo se despertó al salir del avión ya en tierras lusas. Más de 8h del tirón, cosa que rara vez hace en su cama jajaja. Así que de maravilla el invento.
El Cojín de descanso lo podéis comprar en Amazón por 21€ en este enlace. Sugiero comprar también un inflador para hacer el trabajo de inflarlo de forma fácil, porque lo mejor es tener el cojín encajado mientras se infla y que se quede bien puesto.
Aquí una foto de Amazón para que entendáis bien como funciona. Y abajo otras fotos más de mi #AriPitufina durmiendo como los ángeles. Así que, quitado el miedo a viajar con mi #AriPitufina, ahora lo que quiero es más viajes.
En siguientes posts os enseñaré cositas que preparé para que el viaje fuera entretenido (en caso de no conseguir que durmiera) y que usamos en los trayectos cortos de Palma – Madrid y Madrid – Lisboa.
¿Tenéis algún truco para los viajes largos?
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